¿Te enfrentas a un despido por bajo rendimiento laboral? Antes de nada, mantén la calma. Comprender qué significa y cuáles son tus derechos es tu mayor baza. En esta guía descubrirás cuándo se considera procedente, que requisitos debe cumplir la empresa y cómo puedes impugnarlo.
¿Qué es el Despido por Bajo Rendimiento?
El despido por bajo rendimiento ocurre cuando la empresa considera que no cumples con los niveles de productividad esperados. Sin embargo, no basta con la opinión subjetiva de un jefe o superior. Por el contrario, la empresa debe acreditar con pruebas objetivas tu supuesto bajo desempeño. Solo así el despido puede considerarse válido.
Requisito Legales para que el Despido sea Procedente
Para que un despido por bajo rendimiento sea procedente, la compañía debe cumplir varios puntos:
- Debe existir una disminución real, medible y continuada en tu rendimiento.
- Tiene la obligación de haberte advertido previamente.
- También debe ofrecerte la posibilidad de mejorar con apoyos o formación.
En caso contrario, el despido podría ser calificado como improcedente o incluso nulo.
El Proceso que debe seguir la Empresa
El procedimiento es clave. Normalmente, la compañía inicia con una evaluación objetiva de tu desempeño. Después, comunica por escrito sus observaciones y concede un plazo para mejorar. Si no se detectan cambios, puede formalizar el despido. En la carta deben figurar de forma clara las causas que justifican la decisión.
Consecuencias e Indemnización por Despido
Las consecuencias dependen de la calificación judicial del despido:
- Procedente: no se recibe indemnización, aunque sí finiquito.
- Improcedente: la empresa debe readmitirte o pagarte una compensación.
- Indemnización habitual: 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Por tanto, resulta fundamental revisar bien cada detalle del proceso.
¿Cómo Impugnar el Despido por Bajo Rendimiento?
Impugnar la decisión es un derecho del trabajador. Para hacerlo con éxito:
- Contacta de inmediato con un abogado laboralista.
- Presenta la demanda dentro del plazo legal de 20 días hábiles.
- Reúne pruebas: evaluaciones, correos electrónicos, testigos o registro de productividad.
En definitiva, cuanto más sólido sea tu expediente, mayores serán tus posibilidades de éxito.
Conclusión
En resumen, un despido por bajo rendimiento debe estar basado en datos objetivos y cumplir todos los requisitos legales. Las empresas no pueden actuar de manera arbitraria. Si sospechas que tu despido fue injusto, busca asesoramiento legal cuando antes. Defender tus derechos puede marcar la diferencia en tu futuro profesional.
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